lunes, 22 de diciembre de 2008

.mudanzas.

hoy es un día de mudanzas
un día extraño lleno de cajas y cosas por todas partes.


el papel de embalar me da ganas de llorar.


no muevo objetos. no toco nada.
no hay asunción en mí.
manejo nociones que desconozco, nociones
que no son mías, que no he hecho propias
y por eso todo se me resbala de las manos y cae
pero cae sin caer del todo
sin emitir el sonido que necesito
para tener la certeza de algo.


creo itinerarios y horarios.
programo cosas que no quiero programar.
soy operática y absurda.
y sólo quiero romperlo todo y guardar un luto profundo,
un luto que me purgue de todo esto,
que me limpie de tanta distancia y tanto pasado
mezclado con trementina
y vapores de aguarrás


todo está tan lejos.
y yo, aquí, perfectamente ensamblada
como una maquinaria precisa,
dispuesta para este suicidio lento
de cajas de cartón y coches que esperan.



mi pasado cabe en dos maleteros.
todo lo que fui se guarda y se entierra.


y siento la presión de los lienzos combados
de las fotos que no revelé,
de la cama que ya no deshago
y me voy
me voy
y sé que todo se va conmigo pero no junto a mí
sé que me dejé atrás. que me fui sin mí. sin nada.

y por eso ahora llevamos guantes de plástico
y decimos palabras vacías y nos tratamos como de lado,
como si quisiéramos hablarnos de lejos
como si nos saludáramos desde el andén con el tren en marcha


el lienzoA en la cajaB
los pincelesB en la cajaC
todo perfectamente empaquetado y listo
como una res que espera el matadero


y lloro

lloro desconsoladamente
sobre las cajas y los plásticos y los lunes

lloro mientras nos marchamos
sin reivindicarnos
sin hacernos ni siquiera un poquito de justicia
nada


.como dos desconocidos.

domingo, 21 de diciembre de 2008

.21.de.diciembre

y la misma terrible rosa repitiéndose en las paredes
ANNE SEXTON




sonrío
aunque estoy extrañamente callada.
mis manos guardan silencio. todo en mí parece ralentizarse.

los acontecimientos vienen a mi cuerpo y a mis uñas apurados, pero al llegar a mí se detienen y me cruzan de puntillas, como si trataran de no romper nada.
así está bien.
me gusta esta especie de embalse que hay alojado en mi plexo solar.
hay aguas tibias que detienen la urgencia del tiempo.
algo que amansa a mis fieras
sin maleficios ni sacrificios nocturnos.


pero hay una certeza de algo que no llega. algo que me inquieta desde abajo.
tengo que ocupar mi tiempo en cosas que no veo y desconozco. las siento a mi alrededor pero no sé dónde están.

me digo:
cruzarme la sangre.
dejar de vivir proyectada.
dejar de lanzarme al mundo como un hueso de albaricoque, algo mordido hasta la extenuación.


de dónde este desconcierto último. esta desocupación.
no quiero ver aquello que me llama.




mis últimas filas están repletas
pero el eco de la sala sigue anunciando masacres.

hay un humo como de jardín oriental envolviendo mis pechos
y un orgasmo de la tercera dinastía aguarda sobre la mesa de jade.




soy un estúpido animal que menstrúa.





tengo que dejar de gritar en las avenidas como una fiera crisoelefantina

reconstruirme a la manera de un iceberg

contratar monjes budistas que apacigüen mis jardines,
que extraigan todo los pájaros muertos de mi sangre




conclusión:
moción de censura a mis manos
a esta estúpida necesidad de verte de besarte de tacharte de fingirte




no hay voto de calidad que valga.




.dejar.de.vivir.proyectada.hacia.delante.como.un.gusano.de.tiempo