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Si no llega a la felicidad, recuerde siempre que va por buen camino y procure no apartarse de él. Evite la mentira, eso es lo principal, todas las mentiras, y su propio engaño en particular. Observe su falsedad y contémplela a cada hora, a cada minuto.
Trate de superar también la repugnancia hacia sus semejantes y hacia sí misma: lo que en su interior le parece malo, se purifica ya por el sólo hecho de que lo ha advertido así.
Evite también el temor, aunque el temor no es más que la consecuencia de toda mentira. No tema tampoco su propia cobardía para alcanzar el amor, ni tema grandemente sus malas acciones en este sentido.
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Dostoievski, Los hermanos Karamázov.
foto: bárbara butragueño
foto: bárbara butragueño
3 comentarios:
Qué grande el fragmento.
Abrazos cachicuernos.
Hasta pronto.
me encanta el texto.
me encanta la fotografía.
un abrazo,
y 2000 buenos deseos.
g.
Qué ganas tengo de leerme Los hermanos Karamazov! La fotografía es muy buena, muy intrincada, muy bien elegida.
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