viernes, 10 de septiembre de 2010

anawah

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Miro por la ventana.

A veces escucho a dios jugando entre los niños.

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foto: bárbara butragueño (c) 2008

2 comentarios:

Neorrabioso dijo...

Ah, qué bueno. De este me acordaba, creo que te lo dije el otro día. Sobre todo por ver a dios entre los niños: una cosa es Jesucristo, que sí que nos lo han relacionado con niños ("dejad que los niños se acerquen a mí"), pero a Dios no: Dios es una cosa muy viril y omnipotente y seria y siempre enfadado (según la idea judeocristiana de Antiguo Testamento). Por eso me encanta que "rebajes" a Dios: en realidad lo estás haciendo crecer porque lo estás haciendo más cercano. También un acierto poner a "dios" con minúscula.

En cuanto a la estructura, en la que utilizas un primer verso de "contemplación" o de "situación" y luego viene la parte principal, me parece de menos valor, porque ya tienes otro poema, aquel que empieza por "Suenan campanas" y termina con "animales ardiendo en tus heridas" (o algo así), un poema muy bueno, que tiene una estructura parecida, una estructura en la que, por otra parte, veo influencia gamonediana (pero igual estoy equivocado).

Abrazos simpáticos, sin más.

Hasta pronto.

bárbara dijo...

estoy de acuerdo con la dualidad que has hecho entre dios y Jesucristo, y me gusta que lo hayas resaltado.

la verdad es que subo el texto porque creo que tiene mucha enjundia a pesar de su simpleza. creo que es un texto-espejo, y que cada persona, según sus creencias, lo interpretará de una forma o de otra. pero en todo caso veo una colisión ineludible.

no veo influencia gamonediana en la estructura, aunque puede que me equivoque porque a gamoenda lo tengo un poco olvidado; sin embargo, con el paso de los días me ha acabado recordando al texto de Heráclito que decía que dios es un niño que juega a los dados con el mundo.

un abrazo fuerte
B.